miércoles, 27 de junio de 2012

CORRETEANDO POR ZARAGOZA Y MEJILLONES.



    Pues bueno, que el pasado Jueves tuve la oportunidad de presentar "Dentro de la noche" en Zaragoza. Fue un acto muy bonito en la librería Pequeño teatro de los libros, una de las más originales en cuanto a diseño y decoración que recuerdo. Un espacio digno de ser visitado, créanme. Hasta allí me condujo ese ángel que es mi amiga Vanessa, extraordinaria anfitriona que fue la que ideó e impulsó este acto, de forma totalmente altruista, por una cuestión de amistad. Este comic por otra parte tiene también mucho de ella, fue quién de forma también desinteresada, corrigió mis textos, lo cual logró que el que suscribe no tenga la cara cual tomate cuando me los mencionan, al menos en lo que a ortografía se refiere. En el transcurso de esta especie de crónica le iré dando las gracias varias veces, para su zozobra, así que voy empezando ¡Gracias Vanessa!
Ya en la librería tengo al fin la ocasión de conocer al maestro de ceremonias, la persona que también generosamente se ofreció a presentarme a mí y a mi criatura nocturna, el gran Juan Royo, uno de los mayores divulgadores de este medio nuestro en este país nuestro, que son y han sido, junto con Manuel Darias, Pepo Pérez, Pedro Alegre, Yexus,  Toni Guiral, Juan Rodríguez Millán, además de mis amigos Patri Ducha y Eduardo Serradilla.  Pueden encontrar el blog de Juan en la columna de la derecha, o AQUÍ. 
Por cierto, tío agradable y simpático a más no poder. Hizo una acertadísima presentación, sacando muchos aspectos del tebeo en los que yo mismo no había reparado ( he tenido mucha suerte con las presentaciones y los presentadores hasta el momento) Gracias, Juan.

....Y gracias otra vez, Vanessa.

Terminada la presentación y con 20 grados menos (cosas del cierzo) nos dirigimos Vanessa, Juan y un servidor, acompañados por dos, para mí, nuevos amigos: la encantadora, interesante y guapísima Rosana y  Oscar, otro gran tipo, con la extraordinaria habilidad de bigotarse y desbigotarse a voluntad (yo me entiendo). Nos dirigimos decía a cenar a un restaurante de cocina portuguesa cuya camarera (muy simpática, por cierto -nos invitó a chupitos) come en libaneses. La comida buenísima, sobre todo las "plumas de cerdo" que no les voy a explicar lo que es, pero que vale mucho la pena probarlo. Me invitaron, gracias a todos, también a tí, Vanessa, claro.

Mas tarde, una vuelta "Dentro de la noche maña" a "El Zorro", guiados por Oscar, donde un profesor universitario cantaba desaforadamente cual yeyé. Inquietante.

Señores de Sta. Cruz del Perpetuo Silencio, créanme, es posible la vida de noche. Zaragoza lo demuestra, bueno y el resto de las ciudades de este planeta y hasta algún pueblo, me da. Todas menos SC.

Deambulamos un rato, Vanessa me muestra algunos de los sitios que merece la pena conocer. Muchas cosas y poco tiempo. El cierzo arrecia y Vanessa aguanta. Mañana salgo para Madrid temprano. Hora de irse.

Viernes temprano, desayuno rápido con Vanessa de la que me despido dándole las gracias y directo al tren bala (buano el AVE, sí) para Madrid.

En Madrid me da por ahí y me digo de quedarme un día, así por la cara (no ha tenido nada que ver cierto billete inexplicablemente anulado y la confabulación de Edreams, Tubillete -borde señora me atendió por cierto- y Aireuropa para disminuir mi capacidad productiva -vamos, para que no cumpla con el curro, ahem...) El Plaza Mayor y el Sideral, salvaron algo el día.

LLego a Santa Cruz hecho un bubango pues en el vuelo de vuelta (7AM) a Alfonso, un niño muy simpático le da por hacerse amigo mío mientras yo intento desesperadamente dormir, óiganme  bien, camaradas, no es posible dormir y ser amigo de Alfonso, lo sé bien y aunque yo en mi insensibilidad hubiese preferido lo primero, el angelito no aprobaba la moción.

Y el resto amigos, es historia. Volveré a Zaragoza a  ver todo aquello que no pude, que fue casi todo y a volver a encontrarme con antiguos y nuevos amigos, espero.

Una vez mas, y ahora en serio, gracias Vanessa.

Unas fotos vengavá:


De izquierda a derecha: Juan, yo, Vanessa y Oscar (aquí sin bigote)

Yo diciendo vete tú a saber que, con los ojos blancos mientras  mi mano se desvanece ante la atenta mirada de Juan.

Parte del distinguido, vemos a Oscar y a Rosana  al  lado.

Mi amiga Vanessa, que es un cielo.


Y ahora les dejo un mejillón.









7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso no es um mejillón. Es un mono.

Anuska dijo...

¡¡¡España se rinde a tus pies, compañero!!!
Hasta el infinito y más allá.....Jefe

JP dijo...

Tu en tu linea, nunca mejor dicho, y es curioso,en Zaragoza los mejillones parecen otra cosa, sera que son de agua dulce.
Un abrazo y a seguir con la conquista de las Españas.

Anónimo dijo...

Me alegro mucho amigo, pero todavía le faltan más presentaciones, allende los mares y otras islas más

Anónimo Ruidrobo

Rosana dijo...

Estimado Eduardo:

Espero que te guste...
http://blogs.periodistadigital.com/espanaprofunda.php

Muchas gracias por tu gran trabajo.

Vanessa dijo...

Todas las crónicas atestiguan que fue una gran noche de cómic, una velada estupenda en la que tu libro brilló sobre el Ebro, en buena compañía y con un cierzo mitológico. Gracias por tus generosas palabras. Disfruté muchísimo tu visita a Zaragoza y la presentación de tu libro, que fue interesantísima (¡gracias Juan!). Espero que vuelvas pronto y puedas ver todos los sitios que no pudiste conocer.
¡Gracias por venir, Eduardo! ¡Vuelve pronto!
Un abrazo,
Vanessa

Eduardo dijo...

Jajaja, sagaz Anónimo, lo ha descubierto ustez ¡Bravo por ese ojo clínico parque!
Anuska, España me da que tiene cosas más chachis que hacer que el fijarse en ojerosos tebeistas insolventes, pero gracias, amiga... Niu yor, Niu yor (ahem).
JP, te remito a mi contestación al Anónimo, y sí, camarada, sigo mi lento peregrinar en pos de firmas, próxima parada, la Lan Party de SC, otra vez vuelvo a coincidir con ese muchachito recién llegado, llamado Luís Royo. Ya iré contando.
Sr. Ruidobro, iré a cuslquier sitio donde me llamen y me dejen mis escasos dineros, claro. Gracias le sean dadas, amigo.
Querida Rosana, muchísimas gracias a ti por tu reseña (la enlazo ahora mismo en un post y tu página en mis blogs a seguir) y por tu compañía. Un placer.
¡Vanessa! Un abrazo, querida amiga. Volveré en cuanto pueda, no te quepa la menor duda. Y una vez más... Gracias.