EL CAPITÁN PIO PIO.

    Hace unos años, aprovechando el lanzamiento en album recopilatorio de todas las páginas de El capitán Pio Pio, le dediqué esta reseña en el suplemento El Radikal de La Opinión.
Este tebeo, obra de Pedro Carballido, es lo mejor que se ha publicado en tebeo de humor en este archipiélago perdido, con diferencia, solo comparable al Perry Polla de Ángel Marrero.
Ahora que es verano, háganse un favor y vayan a por él. Me lo van a agradecer.
Para dicho recopilatorio Pedro, que además es un gran tipo me pidió, así como a Anu Jato y a mi buen amigo Alberto Hernández, un dibujillo.

Y aquí están ambos: Reseña y dibujillo.

EL CAPITÁN PIO PIO: UN CANARIÓN PARA EL UNIVERSO.

    Olvídense de Galdós, Pepe Dámaso, Negrín, Soria… más allá de toda posible comparación se encuentra nuestro gran superhéroe canario.  

     El capitán Pío Pío es obra de Pedro Rodríguez Carballido, autor de la isla redonda que empieza a serializar este comic en el suplemento “Debelingo” del periódico Canarias 7 en el año 2000. Ciento trece entregas duró la cosa (hasta que el suplemento desapareció) y huérfanos quedamos todos aquellos que disfrutábamos como enanos con este supertipo de pelo (literal) en pecho.

    A grandes rasgos “Las aventuras del capitán Pío pío” cuentan la odisea de un superhombre canario en el año 2112, con nuestro archipiélago devenido en  primera potencia mundial. A nivel gráfico, el dibujo de Pedro es aún dubitativo, faltan horas de tablero, sin virtuosismos, pero es eficaz y cumple, brillando con luz propia, eso sí, en lo que se refiere a la caracterización de los personajes, tanto principales como secundarios, a los que dota de vida propia. Los personajes son cálidos, cercanos, los haces tuyos desde el primer momento. Algo tan difícil logrado con  insultante facilidad.

     Pero es sin duda en el apartado literario donde este comic destaca como pocos. El ingenio, ironía y originalidad  que respira cada página, unidos a la gracia y por que no, la sana mala uva con la que están resueltos los diálogos, huyendo (¡gracias!) como de la peste de cualquier tipo de corrección política es simplemente brillante, a mi juicio a años luz de cualquier parodia superheroica de las que deambulan por ahí.

    Especial atención merece su manera de tratar nuestra canaria realidad cotidiana, a todo le ha dado la vuelta, no perdona a nadie, tópicos incluidos (lo que desgraciadamente puede ser su mayor problema a la hora de su difusión fuera de las islas). Resumiendo: muy bueno, merece sobradamente su sitio en nuestros quioscos (llenos de goderías).