Pues dije que sí.
Me instalé en casa del maestro (el vive en La Laguna y yo en Santa Cruz) para poder dedicarme por completo a la tarea. Lo que siguió fueron unos quince días de trabajo intensivo en el garaje familiar transformado en amplio taller. El jefe, su hermana Anuska y el que les escribe se dejaban la piel desde las ocho de la mañana hasta las once, doce o vaya usted a saber cuando, con pequeñas pausas para comer. Acompañados de la radio en donde escuchábamos programas marcianos (casi literalmente) y radiofórmulas que repetían casi cada hora el éxito paliza de la temporada (Matchtox 20, Sugar Ray. Los odio). Hablando sobre todo y pasando un frío siberiano porque aquel invierno fue especialmente frío y La Laguna se las trae en lata.
Allí digo dibujamos, pintamos y recortamos cientos de personajes de tebeos de todos los tamaños y formas. Desde pequeñas guirnaldas hasta carteles de varios metros.
Lo hicimos a tiempo y después de dos días de montaje donde Ike y yo ya apenas sentíamos (recuerdo los sabañones que ya sangraban las manos y una especie de tic en el ojo que me dió del cansancio. El jefe es más resistente que yo, pero aún así el hombre también estaba roto) rodeados además de ese entorno tannnnn encantadorrr... Se acabó.
Me quedo con dos imágenes: La primera cuando todos los días, a las siete de la tarde, se recortaba la figura de doña Nancy en la puerta del garaje trayéndonos un bocadillo y un vaso de leche caliente para que hiciésemos un alto de diez minutos. Las lágrimas caían cual limones por las mejillas demacradas... ahem. Gracias a doña Nancy todo nos fue más soportable. La otra es un domingo, cuando ya llevábamos muchos días de trabajo. Ike se planta, tira el lápiz, se me queda mirando y me dice ¡Ya está bien, nos vamos a mirar la tele! ¡Más que sea quince minutos! No veo tele, pero aquellos quince minutos que se prolongaron a treinta me supieron a gloria rara. Allí estaba, con una manta de cuadros en las rodillas, acariciando a Linda, mi novia canina y mirando atentamente a unos mariachis gomeros que en aquellos momentos me parecían la ELO.
Ike me dijo, cuando acabando el montaje pensé que ya no podía más, "Compañero, un día nos reíremos de esto".
Y tenía razón.
Las fotos las sacó Anuska. Algunas están un poco oscuras, pero es que no teníamos mucha luz. Son una muestra pequeña. Pero se hacen una idea.
Fachada del sitio. El cartel hecho por Ike, es de madera y tiene varios metros |
Cada viñeta es una cartulina |
No pintábamos estos cartelónes, recortábamos cada color por separado para después montarlos y retocarlos con rotuladores |
De estas caretas hicimos más de ochenta, sin repetir ni un personaje. El sistema era el mismo que con los cartelones. |
Este Rue del Percebe lo hice sobre unas (creo recordar) veintiocho cartulinas. Muchos metros. |
Unos fantásticos Asterix y Obelix del Jefe. |
Los primos del parque. |
11 comentarios:
¡Caray, peazo de curro!
Yo también he hecho burradas por el estilo, pero esta se lleva la palma.
Espero que al menos te lo pasaras bien porque el relato suena a secuestro con síndrome de Estocolmo y todo.
¡Nuestra Capilla Sixtina, maestro!¡Y nuestra "Mili"!
JP, el currazo fue infernal sobre todo porque aunque nos prometieron que del montaje se ocuparía el servicio de mantenimiento del club... y no. Agotados como estábamos tuvimos que sacar fuerzas de flaqueza y colocar las guirnaldas, los cartelones, TODO, entre Eduardo, yo y mi hermana Anuska (que sólo pasaba por allí y gracias a ella nos salvamos de la hecatombe)
Recuerdo con horror tener que subir varias veces a un andamio de más de siete metros sin haber dormido y temblando de vértigo.
La gran mayoría de los dibujos son de Eduardo, que no sólo se desvivió haciendo maravillas sin parar bajo una presión brutal, sino que las hacía a una velocidad increíble.
Eso sí... una y más ninguna ¿no, jefe?
La pena es no haber conservado ese Conan abrazado a Periquita, cagoentodo...Ríete tú de Bansky ¡eso debería estar en un museo!
Madre mía, qué curramen. Me descubro ante ustedes ¡maestros!
JP, todo se reduce a la frase de Ike con la que cierro el post. Hoy nos reimos del tema y fue toda una experiencia. Además, trabajando al lado del jefe quince días se aprende muchísimo. Por cierto que toda la planificación, diseño y por supuesto los mejores dibujos son cosa suya, mi cometido fue ayudar.
Ike. Cierto, no solo el montaje, Anuska también curró lo suyo. Me acuerdo de verla sentada recortando cientos de figuritas y no sé cuantas guirnaldas. Hay que estarle agradecidos, sí.
Lo del andamio fue de pánico. Aún no entiendo como lo hiciste. Comparado con esto lo de las 180 caricaturas coronadas fue un paseo militar.
¿Una y no más?.... quién sabe en que otras aventuras nos embarcaremos, compañero.
El Conan-Periquita fue el dibujo con el que empecé. Visto ahora es una mostrencada rarísima, pero le cogí cariño, sí.
Gracias don Luís. Que pena da haberlos perdido.
Es verdad que Anuska curró de lo lindo ¡pero también cobró su parte, eh! (aunque nunca hay dinero suficiente para pagarle su extraordinaria ayuda)
Por supuesto que trabajar conmigo quince días da para aprender mucho, sí... ¡Se aprende a soportar a un neurótico esquizofrénico con ataques de pánico y arranques de mala leche considerables!. Suerte tuve yo de aprender paciencia y constancia de ti, maestro.
Por cierto me han dicho de nosequé de irnos 3 días a Egipto a hacer unos dibujos con tizas de colores en las pirámides. Nosotros ponemos las tizas, pagamos el viaje y nos dejan dormir debajo de una palmera y comer los dátiles, ¡todo por unos 20 leuros a repartir; no como aquí que nos estafan!
¡Coño, suena bien jefe! ¿Los egipcios van a hacer un salón del comic? Los 20€ serán sin los impuestos, supongo. Y ya que estamos allí a lo mejor podríamos arreglar un poco las piedras viejas ¡Total, a nosotros que nos cuesta!
¡Y ME LO BARREN TODO QUE EL ÚLTIMO QUE PASO LO DEJO TODO LLENO DE ARENA!
Además, ahora es un buen momento, que las pirámides están poco transitadas.
tontadas, aparte, solo viendo el resultado final me entran sudores fríos imaginando el trabajo que habrá supuesto.
Y ya basta de pasarse la pelota, hombreyapordios; los dos son muy buenos, coñe.
Tienes razón Juan ¡El mejor eres tú! jajajajajaja
ensimacachondeito
Publicar un comentario