El amigo Ángel Marrero además de ser un escritor cojonudo es también un dibujante de los mejores. Hemos trabajado juntos muchas veces, he puesto varios de esos trabajos en este blog y espero que hagamos muchos más.
Uno de los primeros trabajos en los que colaboramos fue para el periódico del Carnaval del Ayuntamiento de Santa Cruz. Ike hacía las caricaturas de las aspirantes a reina infantíl, yo las de personajes individuales, reinas adultas, tercera edad y cabecera de la publicación. Nos faltaba alguien que hiciese iconos con el tema de ese año que acompañasen a los artículos (más o menos como lo del Guerrero del Antifaz que les puse el otro día) y se nos ocurrió que Ángel podía hacerlo.
La cosa era el tema de ese año 2004. Celia Cruz.
El trabajo de Ángel fue espléndido. Todavía no utilizaba el ordenador y los colores los dio con tempera, un curro.
Como Ángel declararía más tarde en su florido lenguaje: "Me congratulo de haberla captado en toda su mediocridad".................................................... Ángel es un rokero clásico pero yo sé que algún día sabrá disfrutar del poderío de la Reina de la salsa.
También hizo al año siguiente unos iconos con el tema de ese año: Broadway. Igual de buenos.
7 comentarios:
Reconocería ese trazo en cualquier parte. ¡Mary, digo, Ángel Marrero!
El dibujero mas impresentable al oeste de las cañadas.
Que mal lo hace el jodío. ¿verdad?
Que cogotazo le metía por tolete.
Un fuerte abrazo de mi parte y que se cuide.
¿Y por qué el señor Ángel Marrero no nos ha mandado estos dibujos para "El Rincón de Ninguno"? ¡Discriminación! ¡Subjetividad! ¡Secarral! Ah, no, que eso es de otra ida de otra perola.
Maestro, ya no voy a llamarle más maestro como bien recomienda Juanan:
¡Ahora le toca a don Ángel!
¡Mostro!¡Perillán!
JP, espero que tú mismo le puedas dar el abrazo en breve. Aunque si puede ser el cogotazo, aún mejor.
Ningunos.JAJAJAJAJAJA.
Ike, Ángel es más que un crak, es un catacrak jajajajajajajaja (ayDiosquedíallevo)
ños, loco, quita p´allá.
Don Ike: yo no he dicho ná. Han sido los ningunos, con los que no me une relación alguna. Para que conste
¡Lo dijiste tú, abogado de la muerte!
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