jueves, 1 de diciembre de 2016

COHEN, CASTRO, MENDOZA

Tres caricaturas. Dos muertes, y en ello como cada vez que ocurre, humanamente todo mi sobrecogido respeto a la persona. Se sea quién se haya sido, como ya dije cuando el deceso de Chávez, la muerte es un momento que nos supera a todos. Nos quedamos solos frente a lo absoluto.
Ahora, sí que es cierto, que así como uno de los personajes fue un músico notable (aunque nunca fui muy aficionado a su música) el otro fue un dictador con el que no me valen ambivalencias y "sombras y luces" como tanto he oído estos días. Hay una linea que hace banal toda luz. La libertad y dignidad humana. No acepto justificaciones.
Dos muertes y una alegría, el Premio Cervantes para Eduardo Mendoza, genial escritor.



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