El Salón fue una iniciativa del histórico crítico y estudioso Manuel Darias quién le pasó al poco la batuta a Patricio Ducha que ya lo llevó hasta su fin. De sus catorce ediciones yo me gocé esas últimas siete en calidad de... de todo un poco, concretamente entre los años 2000 y 2006. Desde pegar moquetas a participar en mesas redondas. Desde colgar capas de Superman de 25 metros (verídico) a diseñar banderolas o llevar a comer a los invitados. Mi experiencia con Ike en la decoración del Nautico databa de solo un año antes y como conté ya aquí de lo último que tenía ganas es de meterme tan pronto en otro berenjenal semejante. Pero bueno no hubo más tutía.
Admito que lo de montar salones del comic nunca me gustó. Es un trabajo excesivamente duro para lo que se gana y te exige plena dedicación al tiempo que no puedes abandonar otros trabajos, pero tenía sus compensaciones a la hora de conocer y tratar a los invitados, al menos a la inmensa mayoría (te llevabas también tus chascos claro, pero afortunadamente fueron pocos) ¡Y menudo lujo de plantel! Nodiré nombres porque me olvidaría de algunos y no sería justo, pero fueron experiencias que recordaré siempre.
Otra cualidad de este Salón es que era un "salón de casa" un espacio pequeño aunque bonito (la Recova vieja de Santa Cruz) abierto y cómodo. Habían varias exposiciones, tebeoteca, actividades, proyecciones. Y duraba un mes.
Y como salón familiar que era todos los amigos trabajaron allí en algún momento, casi todos de forma desinteresada: Patricio, claro que es el que dirigía todo, Eduardo Serradilla, Elena, Luís, Juan Pedro, Juanan, Agustín, Guada, Patri Jr, Vicky, Ángel, Anuska, José Luís, Ike, Alberto Balbín, Roberto, Pedro, Alberto Hernández, Anu Jato... y ahora si quedo mal porque seguro que me olvidé de alguien. Gracias a todos.
Les dejo una curiosidad. Yo hice el cartel del Salón del año 2002, para ello me basé en las figuras de la Plaza de España de esta ciudad. los famosos "guanches" que no son guanches ni nada que se les parezca, sino esculturas en bronce alegóricas de soldados. Siempre las he visto "de comic", odiosa expresión por cierto, y como toda esa estética de los regímenes dictatoriales, épica y monumental. Vamos, que venía al pelo. No tengo escaneado el cartel original, pero si guardo otras imágenes que no se llegaron a emplear. Una versión a témpera y un boceto preliminar con una composición desechada.
2 comentarios:
Si señor; que buenos tiempos, me encantaba escaparme a la "isla de enfrente" a reunirme con un montón de gente genial con la que lo pasaba de fábula mientras compartíamos el mismo interés por el cómic. a mi si que me mola lo de montar los salones aunque convengo en que no debe hacerse esperando fortuna, aun los sigo montando cuando puedo aunque las compañías son otras y no siempre igual de gratas. Vamos a tener que montarnos otro salón aunque solo sea para vernos los "josicos"
una vez al año.
Es cierto Juan Pedro, a ti si se te daba bien lo de los salones. Me pasa como a ti. La gente y los buenos momentos acaban compensado casi todo.
Lo de vernos de vez en cuando estaría muy bien, sí señor.
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