Ahora, sí que es cierto, que así como uno de los personajes fue un músico notable (aunque nunca fui muy aficionado a su música) el otro fue un dictador con el que no me valen ambivalencias y "sombras y luces" como tanto he oído estos días. Hay una linea que hace banal toda luz. La libertad y dignidad humana. No acepto justificaciones.
Dos muertes y una alegría, el Premio Cervantes para Eduardo Mendoza, genial escritor.
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