Suelo ir a pasear a la avenida de Anaga en Santa Cruz, conocida popularmente por la avenida del colesterol en atención a sus usuarios. Lo hago mayormente por caminar un rato, ya que me pego la vida sentado con un folio o un ordenador delante. Y eso no puede ser. Ignoro si tengo colesterol, por que la última analítica me la hice en una vida anterior, aunque posiblemente tenga un montón. Cuando me muera, de mis arterias sacarán queso, fijo.
Este "carboncillo" lo hice sobre un texto de Carmen Ruano, como siempre. Entonces pensé que era divertido.
3 comentarios:
Buenísimo!
Er pobre, lo que le sale de la boca no estoy seguro de si es la lengua o los pulmones. Solo te falto a Pepe Benabente con un Danacol.
Gracias Anónimo. Jp, precisamente tiene esa cara porque se encontró con Pepe.
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