Santa Lastenia es el nombre del cementerio de Santa Cruz de Tenerife, ciudad en la que nací y vivo.
Durante años se ha eliminado concienzudamente cualquier tipo de ocio y cultura en la calle, sobre todo por la noche, convirtiendo paradójicamente a la capital de una de las províncias más turísticas de España, por número de visitantes, en una de las más aburridas, apáticas y tristes, para quién esto suscribe.
De ahí que en mis viñetas, tanto para el Blogoferoz como anteriormente para Lagenda de Tenerife, empecé a bautizarla como Santa Lastenia de Tenerife.
Entiendo y comparto el derecho al descanso del vecino, pero nunca se han querido buscar soluciones para intentar conciliar dicho derecho con la imprescindible dinamización del casco urbano.
El 80% de los turistas que viajan a la isla no pisan la capital, y uno lo entiende ¿Para qué?
Señores, una ciudad también es ruido. Por definición. Esa persecución casi histérica de cualquier forma de animación (¡Hasta estuvieron muy cerca de prohibir los Carnavales, la única fiesta con la que cuenta la ciudad!) es suicida.
Aquí les dejo la primera entrega de viñetas que hice con el tema, para las dos cabeceras que citaba antes.
Estoy solemne con el tema de la juerga, que quieren que les diga.